Un apasionado de la defensa jurídica

Doctor,César Manuel Rodríguez Vergara, llegó a ocupar el cargo de Juez Superior de la Corte Superior de Justicia de Cajamarca. 

Por: Luis Eloy Plasencia Torres.

Contumazá es, por tradición, la tierra en la que han nacido distinguidos políticos, escritores, poetas, pintores y profesionales de gran valía que han destacado a nivel nacional e internacional, de allí que, a esa pintoresca ciudad andina, con justicia se le llama “tierra de intelectuales”. Es cuna del distinguido  escritor y ex diputado del Congreso de la República, Fidel Zárate Plasencia, del ilustre poeta indigenista Mario Florián Díaz, del doctor Teódulo Plasencia Castillo, ex Presidente de la Corte Superior de Justicia, de Oscar Corcuera Osores, poeta, compositor y pintor sobresaliente, entre otros talentos que enorgullecen a la tierra que los vio nacer.

En esta ocasión vamos a rendirle un modesto homenaje, en vida, al doctor César Manuel Rodríguez Vergara, por su amplia y elevada trayectoria profesional y como ciudadano -modesto, campechano y notable- de la apacible y bella ciudad de Contumazá.

Como abogado llegó a ocupar el cargo de Juez Superior de la Corte Superior de Justicia de Cajamarca. Y, como ciudadano, se ha ganado el corazón y respeto de su pueblo y de los que le conocen por su don de gente, su humildad y por su espíritu alegre y solidario. Es un ser humano que con sus hechos demuestra el inmenso amor que siente por su familia, por su tierra natal y por la sociedad en la que vivimos.

Don Manuelito -así le llaman cariñosamente los que le conocen- nació el 25 de diciembre de 1,940, en el jirón José Pardo, a media cuadra de la plaza de armas de Contumazá. Fueron sus padres don Segundo Venancio Rodríguez Cedrón y la señora Dorila Vergara Azañedo “quien me dejó huérfano a la edad de tres años”, nos contó en un diálogo que tuvo con Perú Siglo XXI.

Hizo sus primer año de primaria en la ciudad de Trujillo, el segundo y tercer años en Cascas y el cuarto y quinto en su tierra natal. Posteriormente, por sus buenas calificaciones, obtuvo una beca en el Centro Educativo Nº 101 con la que ingresó al Colegio Nacional “Abel Alva” de Contumazá donde concluyó sus estudios secundarios.

“Quise ser militar a tal punto que al terminar la secundaria viajé a Lima donde me preparé en una academia y postulé a la Escuela Militar de Chorrillos. Pasé todos los exámenes, pero no me admitieron por la falta de talla”, recordó como una anécdota de su vida con tono jocoso, porque así es el jurista  Rodríguez toma como lecciones de aprendizaje a los errores y fracasos para superarlos y alcanzar el éxito.

Luego sonriendo me miró y agregó: “Pero de inmediato me sobrepuse a esa mala experiencia y, ese mismo año -1,959- postulé a la Universidad Nacional de Trujillo, facultad de Derecho, e ingresé. Este triunfo fue el hecho que cambió mi vida, porque descubrí que lo mío eran las leyes y la defensa de los derechos de las personas. Me gusta batallar por las causas justas”.

Es así como ese muchacho contumacino inteligente y con ansias tremendas de triunfar se dedicó intensamente al estudio y, al cabo de unos años, se recibió de abogado (en 1,965). En 1,966 efectuó el ciclo doctoral.

“Cuando salí de la universidad gané un concurso para ocupar el cargo de secretario de la única Sala Mixta que había en la Corte Superior de Justicia de Cajamarca donde trabajé por espacio de tres meses, después renuncié para dedicarme a la defensa jurídica que es lo que me apasiona”, rememoró el distinguido hombre de leyes.

Pero don Manuelito, además de tener un especial encanto por el ejercicio del derecho, también siente una gran necesidad de impartir conocimientos, de allí que, paralelamente a sus funciones de abogado se desempeñó como docente en el Instituto Nacional Agropecuario “David León” Nº 11 donde compartió cátedra con el doctor Teódulo Plasencia Castillo, su coterráneo que llegó a ser Presidente de la Corte Superior de Justicia de Cajamarca.

Y en 1,977, luego de 12 años de ejercer la defensa jurídica, es nombrado Juez Titular del Juzgado Mixto de Contumazá, a mérito de haber ganado un concurso convocado por el Consejo Nacional de la Magistratura cuya sede, en ese entonces, era el Congreso de la República. Es así como, durante 21 años, ejerció la magistratura de primera instancia de Contumazá, en lo civil y en lo penal.

Su excelente desempeño como magistrado le sirvió para ser nombrado Vocal de la Corte Superior de Justicia de Cajamarca. Seis años estuvo como Presidente de la Sala Mixta Itinerante de Santa Cruz-Chota. Hasta que, en el año 2,010, es designado Juez Superior de Justicia de Cajamarca donde se jubiló por límite de edad.

Los abogados que lo conocieron en el ejercicio de sus funciones, testifican que el doctor César Manuel Rodríguez Vergara se dedicó a defender los derechos humanos en forma admirable y demostró un respeto irrestricto a los magistrados, de tal manera que cuando fue juez supo responder adecuadamente y aceptar los pedidos de los abogados contendores.

Actualmente, frisando los 76 años de edad, el doctor Manuelito sigue dictando cátedra en el ejercicio de la defensa jurídica y compartiendo experiencias y conocimientos con las nuevas generaciones de abogados que lo consideran como un gran maestro del derecho y un profesional exitoso digno de imitar.

Pero, además, con bastantes bríos se da tiempo para participar en la vida social de su comunidad. Hace poco presidió el Comité Central de la fiesta patronal en honor a San Mateo que se realizó, exitosamente, del 08 al 23 de setiembre.

“Hice una carrera honesta y ejercí el derecho durante 38 años defendiendo la ley y la justicia, de tal manera que cesé con gran tranquilidad, consciente de que trabajé con mucha responsabilidad en bien de una correcta administración de justicia”, nos dijo el destacado jurista quien -qué duda cabe- se suma a la pléyade de intelectuales de la entrañable provincia de Contumazá.