Escribe: Dr. Diego Noreña (*).
A continuación, presento la
entrevista que tuve con el Dr. Manuel Etesse, funcionario de Alta dirección de
la Sunedu :
¿Cuál es el rol actual de la Sunedu
en cuanto a la Reforma Universitaria?
Conjuntamente con el Minedu, la
Sunedu es el ente encargado de llevar a cabo la Reforma Universitaria,
principalmente en cuanto a legalidad, orden y calidad establecidos en la Ley Universitaria
del 2014. La situación previa a la nueva Ley Universitaria era muy precaria a
nivel nacional. En ese sentido, los resultados del licenciamiento revelaron
grandes brechas de calidad en la oferta universitaria peruana, pues se
evidenció que las instituciones con licencia denegada tenían muy graves
deficiencias. Durante el trascurso de la evaluación, se revelaron dos
realidades. Por una parte, en las casas de estudio que obtuvieron su licencia
de funcionamiento se verificó el 100% de los indicadores indispensables para la
provisión del servicio educativo. Por otra parte, en las entidades que no la
obtuvieron, tan solo se verificó el cumplimiento de apenas el 38% de estos.
Asimismo, estas últimas incumplieron entre el 65% y el 88% de indicadores en dimensiones
esenciales como la investigación, la docencia y la transparencia institucional.
Estamos hablando de una situación muy precaria en lo organizacional, a pesar de
los tiempos de adecuación que se tuvo.
Por otra parte, cabe añadir que la
Sunedu, además de sus competencias en materia de licenciamiento y supervisión,
se ha empeñado en ordenar el sistema en términos de procesos y certificaciones.
La Superintendencia administra importantes registros como el Registro Nacional
de Grados y Títulos, el Registro Nacional de Trabajos de Investigación y el
Registro de Autoridades Universitarias. Para ello sigue lineamientos de
calidad, fiabilidad y transparencia. Hoy se puede cotejar la veracidad de un
diploma en la web de Sunedu. Así, se viene transformando exitosamente una
realidad que era muy lamentable, con temas de falsificaciones, manipulaciones e
irregularidades que eran prácticas comunes en nuestro país.
¿Qué significó el Licenciamiento
Institucional?
El Licenciamiento Institucional fue
decirnos, como sistema educativo, cumplamos 8 condiciones básicas. Para
alcanzar con ellas, se realizaron importantes esfuerzos e inversiones en las
instalaciones universitarias en todos los departamentos del país. Los
promotores serios y las comunidades universitarias se enfocaron en mejorar
durante estos últimos años. Lo han logrado. Ello, sin embargo, implicó que dos
de cada tres instituciones prescindieron voluntariamente de locales no
adaptados para la práctica universitaria. Muchos de los locales universitarios
que se usaban para enseñar o investigar no garantizaban la integridad física de
los estudiantes, ya que no contaban con servicios básicos ni las condiciones
elementales para los fines académicos perseguidos. Así, el licenciamiento
impulsó la inversión en equipamiento, infraestructura, gestión de riesgos y
servicios básicos (como tópicos, servicios sociales, atención psicopedagógica,
espacios deportivos, entre otros), así como en el sinceramiento de la oferta y
de la infraestructura. Muchas instituciones optaron por desistir de ciertos
locales con el fin de obtener su licencia de funcionamiento. En efecto, a nivel
nacional, 95 instituciones –de las cuales 63 obtuvieron su licencia de
funcionamiento– descontinuaron el uso de 266 locales que presentaban serias
deficiencias. Por otra parte, cientos de laboratorios, bibliotecas y aulas
fueron refaccionadas, equipadas y acondicionadas adecuadamente. Ese ha sido un
avance grande y muy tangible. En el ámbito académico, los avances también han
sido muy claros, y recortan las brechas notorias cuando nos comparamos con
países vecinos como Brasil, Colombia y Chile.
¿Cómo hemos avanzado en términos del
desarrollo académico?
Las planas docentes de las
universidades han experimentado una importante mejora desde el inicio del licenciamiento
institucional, pues su personal es más calificado y le dedica más tiempo al
quehacer académico. Si se compara la situación actual con aquella pre-Sunedu,
se advierte que la proporción de puestos docentes con dedicación a tiempo
completo pasó de 25% a 41%, y la presencia de profesores con posgrado creció de
55% a 78%. La situación actual de las planas docentes es resultado de una clara
mejoría en las formas de selección y contratación de los docentes. Tener
profesores más formados y más disponibles favorece a la formación profesional
de los estudiantes universitarios.
Complementariamente, las casas de
estudio peruanas están hoy más orientadas al conocimiento, pues han
cuadruplicado las publicaciones científicas, en comparación con la situación
previa al licenciamiento institucional. Entre los bienos 2013-2014 y 2019-2020,
el número de publicaciones especializadas presentes en Web of Science pasó de
poco más de 1500 a más de 5400… Resulta alentador que, como muestra el Informe
Bienal sobre la Realidad Universitaria en el Perú 2021, esta progresión se
caracterizó por el crecimiento de la producción científica fuera de la capital,
así como en instituciones que previamente no tenían un alto desempeño en
investigación. Cabe subrayar que esta mejora fue producto del incremento de la
inversión y de nuevas miradas a la gestión de la investigación. Ello involucró
la implementación de líneas de investigación, políticas institucionales, e
incentivos públicos y privados para la producción académica de alto nivel, entre
otros factores decisivos.
Asimismo, se acrecentó la integración
de las planas docentes con el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e
Innovación Tecnológica. En el marco del Plan Nacional de Ciencia, Tecnología e
Innovación (Concytec), el registro de docentes investigadores contribuye a la
consolidación de un entorno científico nacional integrado. En los últimos dos
años, se incrementó en 20 % el número de docentes inscritos en el Registro
Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica. Con ello, más
académicos universitarios encuentran herramientas, contactos y recursos para
impulsar su actividad investigadora, en vinculación con entidades y
financiamiento nacionales e internacionales de fomento al desarrollo de ciencia
y tecnología. Existe un potencial enorme en nuestros docentes, aunque, muchas
veces, es descuidado al interior de las mismas universidades.
En ese sentido, la Sunedu ha entrado
a supervisar que se cumplan ciertos preceptos básicos, lo que incluye que la
universidad produzca conocimiento e innovación. La respuesta ha sido clarísima,
los docentes están ahí. Por ejemplo, se ha observado un crecimiento exponencial
de la innovación tecnológica en las universidades peruanas. Entre los años 2014
y el 2021, el número de invenciones y modelos de utilidad universitarios
patentados en el Indecopi pasó de 9 a 274. Es un crecimiento explosivo.
Afortunadamente, este crecimiento fue impulsado porque desde todas las regiones
del Perú se ha potenciado el talento docente y estudiantil: la proporción de
patentes provenientes de universidades de provincia pasó de 0 % a representar
el 20 % del total nacional.
¿Qué opinión tiene sobre la autonomía
universitaria que esta nueva ley, en apariencia, defiende?
Esta nueva ley defiende únicamente
intereses particulares y no el bien común. Como se ha manifestado, antes de la
Reforma Universitaria, el sistema educativo peruano fue declarado, por
Sentencia del Tribunal Constitucional, en un “estado de cosas inconstitucional”
debido al mal manejo que existía y a la ausencia de regulación sobre la
calidad. No había control y ello generó mucha informalidad e ilegalidad, en
beneficio único de empresarios y negociantes. Lamentablemente, esto se dio en
perjuicio del estudiante peruano y de sus familias. Hoy, se quiere borrar lo
avanzado, se quiere retornar a una situación previa.
Para responder a la pregunta, la
autonomía no ha de ser confundida con descontrol. Desde su creación, la Sunedu
ha detectado empresas que funcionaban como centros educativos sin autorización,
que otorgaban grados y títulos falsos. Tal es el caso de las sanciones
impuestas a diversas “pseudouniversidades” que operaban sin licencia alguna.
Asimismo, se identificó un mercado negro de títulos profesionales otorgados a
través de distintas modalidades a las permitidas por la Ley Universitaria. Por
ejemplo, en el año 2019, la Sunedu sancionó a una universidad con una multa
mayor al millón 200 mil soles por emitir más de mil títulos profesionales a
bachilleres provenientes de otras universidades, práctica prohibida por Ley.
Además, las acciones de supervisión de la Sunedu permitieron detectar, a la
fecha, más de 90 establecimientos no autorizados y más de 140 programas no
autorizados. En estos casos, se exigió el cese inmediato de funcionamiento y se
brindaron rutas claras para atenuar la afectación a los estudiantes.
Del mismo modo, la autonomía no
justifica el uso indebido de los bienes y recursos de la universidad. Los
bienes y propiedades de la universidad son para la comunidad universitaria y no
para el beneficio de sus autoridades. Actualmente, la ley prohíbe que cualquier
activo universitario sea empleado para fines distintos a los universitarios y
la Sunedu supervisa esta obligación. Hasta la fecha, se han detectado presuntos
incumplimientos por parte de universidades privadas societarias y asociativas
por varios millones de soles. Por la inercia y constancia de este nuevo orden
que establece la Ley Universitaria, se han ido desarticulando facciones que
controlaban el poder de las universidades, especialmente públicas, con fines
inescrupulosos.
Los hechos recurrentes son el uso de
predios y vehículos para fines no universitarios, por ejemplo, para fines
personales de autoridades universitarias y sus familiares directos, o para usos
políticos. Además de esto, ya que los bienes universitarios tienen beneficios
tributarios, su uso indebido significa el no pago de los impuestos
correspondientes.
También, se reveló el uso de dinero
para auspiciar actividades con fines no vinculados al quehacer universitario,
pagos de bonos a algunas autoridades, inversiones sin la debida diligencia,
entre otros. Por citar un ejemplo, teníamos exrectores que tenían sueldos
desorbitantes, como de hasta dos millones de soles mensuales.
A la fecha, la Sunedu ha impuesto
sanciones a universidades privadas y públicas al haberse constatado que
utilizaron de manera indebida sus activos o excedentes, lo cual involucraba un
más de 500 millones de soles en actividades distintas a las universitarias.
Estas sanciones han ido corrigiendo las prácticas de los funcionarios en las
universidades, sean privadas o públicas. Esto protege el interés del
estudiante.
Quiero subrayar lo que ha indicado el
Dr. Zegarra Rojas (superintendente de Sunedu) sobre la necesidad de no dejarse
confundir: autonomía no es descontrol o autarquía en el campo educativo. En
pleno ejercicio de la autonomía las universidades han venido colaborando con la
vigilancia del cumplimiento de la norma.
Desde la
Superintendencia, se ha buscado más bien fortalecer los sistemas internos de
las propias universidades en cuando a la gestión de la calidad. Ello con la
intención de pasar de un control externo, a uno interno de la propia
institución, sobre sus propios procesos. Así, la autonomía y la regulación
pro-calidad van de la mano, son aspectos intrínsecamente compatibles que se
refuerzan mutuamente. Es la interpretación que ha dado el Tribunal
Constitucional en reiteradas ocasiones. Recientemente ello ha sido manifestado
por expertos y organismos competentes, nacionales e internacionales. Ha sido el
caso del Consejo Nacional de Educación, la Sociedad de Investigación Educativa
Peruana, la Asociación de Universidad Públicas, Asociaciones de Universidades
Privadas, 5 exministros de educación, gremios de estudiantes, la Defensoría del
Pueblo, organismos de educadores… La misma UNESCO se pronunció acerca del
peligro que representaba la iniciativa congresal, el peligro de perder lo
avanzado como país. Al parecer se ha ignorado intencionalmente todas estas
voces.
(*)Profesor Diego Noreña cuenta con
estudios Posdoctorales en Management, University of Piraeus, Grecia. Es Doctor
en Administración Estratégica de Empresas, Pontificia Universidad Católica del
Perú.