Escribe: Luis Eloy Plasencia Torres.
Acabó la farsa legal y se dio lo que, por lógica, tuvo que suceder en un país donde manda el poder económico y nuestras autoridades son corruptas -salvo honrosas excepciones-: El 14 de marzo de 2017, el Tribunal Constitucional (TC) declaró fundada la demanda de amparo (Expediente 03932-2015-PA/TC) planteado por la empresa millonaria Minera Yanacocha SRL contra la Municipalidad Provincial de San Pablo de la región Cajamarca.
Así
de una manera abusiva y sospechosa el TC ha entregado a Yanacocha 285 lagunas y
456 manantiales que alimentan cuatro cuencas hidrográficas de las que dependen
las regiones de La Libertad, Lambayeque y Cajamarca. El referido colchón
acuífero se encuentra enclavado en la Jalca, a más de 3900 msnm, en el distrito
de Tumbadén (provincia de San Pablo, departamento de Cajamarca), en un área de
2,960 hectáreas.
“Desgraciadamente
en nuestro país, el interés del gran capital se impone por sobre los intereses
sociales y ambientales”, dijo -con mucha razón- el gobernador regional,
Porfirio Medina Vásquez, luego del controvertido fallo de la máxima instancia en
impartir “justicia”
Y
entrecomillo justicia, porque la ruma de papeles, leyes y argumentos con los
que se basan los miembros eruditos del TC
para justificar su fallo no convence a nadie, ni siquiera a todos sus
miembros, menos a miles de agricultores quienes con esa sentencia ven peligrar
su salud y sus actividades agropecuarias que son la base del sostenimiento de sus
hogares.
Y
el peligro es latente porque en Cajamarca la minería -tras 25 años de
explotación de minerales a tajo abierto- ha desaparecido lagunas como San José,
Yanacocha, Combayo, Los Patos, entre otras, amén de la contaminación del agua y
el medio ambiente que genera en la región.
Se
asegura que la empresa Minera Yanacocha ha descubierto un yacimiento de oro en
el territorio donde se encuentran las 285 lagunas de Alto Perú y planea
explotarlo, posiblemente, a corto plazo debido a su desmedida voracidad por el metal
precioso que la enriquece.
¿Entonces
a quién le va engañar Yanacocha cuando afirma que no tiene planes para
desarrollar exploración o explotación de minerales en ese territorio sanpablino
cuando ha invertido mucho dinero durante 10 años en procesos judiciales para
ganar esta demanda?
Quizás
la mayoría de magistrados del TC le ha creído tamaña mentira por eso ha fallado
a su favor y ha dejado un colchón acuífero importante del Perú -del cual nacen
los ríos Llaucano y Jequetepeque- a merced
de una de las mineras más destructoras y contaminantes del agua, la vida
y el medio ambiente.
Con
ese fallo infame, el TC -basado en
decretos supremos pro mineros- ha pisoteado sendas sentencias judiciales a
favor de la municipalidad de San Pablo, también ha vulnerado los derechos
fundamentales de miles de agricultores al entregar la Pachamama a las fauces
diabólicas de ese monstruo destructor de acero llamado Yanacocha. La historia juzgará
su mal proceder en contra de la vida y de la Patria.
ASÍ FUE LA EXPROPIACIÓN
El
mes de febrero del año 2007, la Municipalidad Provincial de San Pablo emitió la
Ordenanza Municipal Nº.001-2007-MPSP con la finalidad de proteger las 285 lagunas de Alto Perú debido a que la
empresa Yanacocha quería utilizar sus aguas para realizar actividades mineras
so pretexto de construir un reservorio para impulsar la agricultura.
Al
verse descubierta Yanacocha responde inmediatamente. El 25 de mayo del 2007 interpuso
demanda de amparo en el 34º Juzgado Especializado en lo Civil de Lima aduciendo
que la Ordenanza Municipal Nº.001-2007-MPSP atenta contra la libertad de
empresa, libertad de industria, libertad de Trabajo, y contra la propiedad
privada, constituyendo una amenaza para el ejercicio de sus actividades mineras.
Y,
como debe ser, el referido recurso de la empresa minera fue rechazado por el 34º Juzgado Civil de la Corte Superior de
Justicia de Lima (el 06 de julio de 2007), y por el 29º Juzgado Especializado
de la Corte Superior de Justicia de Lima
( el 07 de abril de 2014). Asimismo la Segunda Sala Civil de la Corte Superior
de Justicia de Lima falló otra vez a favor de la Municipalidad Provincial de
San Pablo (el 22 de enero de 2015).
Sin
embargo Yanacocha no se dio por vencida sino que apeló ante el Tribunal
Constitucional y éste le dio la razón, es decir le regaló las 285 lagunas de
Alto Perú, aunque es vox populi que el cuestionado fallo le habría costado
mucho oro a la mayor
mina aurífera de Sudamérica.
SILENCIO CÓMPLICE
Personalmente
me resisto a aceptar este fallo del TC y lamento que los principales medios de
comunicación tiendan cortinas de humo sobre el asunto y destaquen a primera
plana una serie de frivolidades como es la deportación de la modelo venezolana
Karina Rivadeneira.
Mientras
que nuestros parlamentarios de izquierda del Frente Amplio -que constituían la
segunda fuerza congresal del país- lejos de legislar unidos en defensa de los
recursos naturales de la nación acaban de dividirse con miras a participar,
separados, en las próximas elecciones políticas.
Demás
está hablar de los últimos presidentes de la República quienes están
denunciados por graves actos de corrupción y han gobernado con la Constitución
Política fujimorista la cual protege e impulsa la explotación minera a tajo
abierto, destructora y contaminante -como la que realiza Minera Yanacocha que quiere
acabar con las cabeceras de cuenca de Alto Perú y Conga- con el argumento de
“fomentar la inversión privada en aras del desarrollo del Perú”.
En
consecuencia con autoridades corruptas que gobiernan con leyes ambiguas y
venden la patria al mejor postor, era previsible que el TC entregara las 285
lagunas de Alto Perú a Minera Yanacocha, bajo un silencio cómplice.
PROTESTA EN LAS CALLES
Pero
no todo está perdido. Queda intacta la fuerza moral y el amor a la patria de
miles de peruanos que ya han empezado organizar marchas pacíficas masivas por
las calles y plazas del país en defensa del agua, la vida y el medio ambiente.
El pueblo peruano sabe hacer corregir leyes y fallos judiciales que lesionan
los intereses nacionales, incluso hizo caer a la dictadura fujimorista la más
corrupta de la historia del Perú.
Sumémonos
a esa protesta popular y exijamos justicia: ¡Defendamos las lagunas del Alto Perú!
