viernes, 22 de marzo de 2019

Respuesta a Juan Aste de la red Muqui sobre la minería peruana



Por: Reinhard Seifert (*)

FORMA Y FONDO
Existen tres actores principales para entender la problemática minera y sus conflictos socio ambientales en el Perú actual: La población involucrada (1), el Estado y la empresa minera, cada vez más trasnacional.
Las cifras macroeconómicas dan la idea equivocada que la minería peruana en cifras nominales aporta mucho al desarrollo del país. Me refiero a las cifras del BCR y del INEI (ambos difundidos ampliamente), o sea que son cifras oficiales del Estado peruano. Y que fueron la base para manipular a la población peruana en su conjunto, con el concepto del Perú, país minero. Tomando en cuenta que se exportan todos los minerales; sin embargo, este dinero ¿a dónde va? , ¿Dónde se queda? ¿Y quién o quiénes tienen un beneficio real de estas riquezas? La respuesta es obvia: El capital se va afuera!!!
PERÚ, ¿PAÍS MINERO?
En general, a nivel nacional hay 72% de evasión tributaria (según un diario limeño). Evasión tributaria quiere decir, los que no pagan o los que aportan con pocos impuestos (menos lo que debían según la ley), al erario nacional. La recaudación tributaria es solo el 15% del Producto Interno Bruto (PIB), comparado con casi el 40% de la Unión Europea, en Chile son 25%. Esta presión tributaria es una de las más bajas en la región. A raíz de los últimos sucesos en el Perú la presión tributaria –que es una medición sobre si el Perú cumple o no los estándares internacionales- ésta ha bajado aún más. Y con tendencia a la baja. Tiene que ver con la percepción de la gente si el impuesto pagado es bien utilizado. Obviamente en el Perú, lamentablemente ello no está sucediendo.
El sector minero apenas produce alrededor del 12% del PIB, mientras que el sector de los PYMES (micros y pequeñas empresas) aporta con el casi 40% al PIB. Y algo peor aún, en el caso de los impuestos pagados, en el Perú, el sector minero escasamente contribuye con el 5% a estos, que pagan todos los peruanos. Quiere decir, que el sector minero paga muy pocos impuestos.
Por el otro lado, la Población Económicamente Activa Nacional (PEA) es de aproximadamente 15 millones de personas (15 a 65 años) y el sector minero -limitadamente- da trabajo a apenas 300 000 personas, al 2 %. Casi nada. Es sabido, que a nivel nacional hay 21 facultades de las Universidades Nacionales y Privadas que preparan a los ingenieros mineros. Apenas salen entre 500 a 600 alumnos anualmente (fuente oficial de la CONFIEP y SNMP). De estos alumnos ni el 10% consiguen un trabajo estable en una empresa minera local en el Perú. La mayoría de los egresados emigra a otros países.
Por todo lo expuesto, entonces, ¿de qué país minero estamos hablando? Es falso. Los poderes fácticos del Perú (empresas mineras trasnacionales, prensa concentrada en Lima y la tecnocracia neoliberal, anclada en los ministerios) han creado este mito o leyenda, con su permanente propaganda. Es un cuento sin sustento académico, menos científico y que pertenece al eterno libro de las fábulas.
¿QUÉ HACER?
Con una reforma tributaria y aplicando los códigos tributarios por ley y sanciones( las grandes empresas mineras tienen una serie de ventajas tributarias y pagan muy poco al tesoro nacional), el Gobierno Nacional actual pudiera aumentar la recaudación de uno a dos puntos porcentuales por año, si es que tomen la decisión política necesaria y así, llegando a una tasa de 22% o 23% de presión tributaria, durante los próximos 5 años – lo que pudiera resultar en un promedio anual de US$ 4 a 6 mil millones de ingresos adicionales – más de lo que contribuirían, a la tesorería del país, Tía María, Conga, Yanacocha y toda la minería de oro, juntos; por tanto , el Perú sería otro.
Lo esencial de pagar impuestos es entender que el Estado está en la obligación constitucional (lo que en la actualidad no lo hace) de ofrecer un buen servicio de educación y de salud a sus ciudadanos y de cumplirlo. Estos servicios deben ser políticas de Estado de largo alcance y que ningún gobierno de turno o coyuntural cambie de manera arbitraria, lo que pasó con todos los gobiernos, que hemos tenido durante los últimos 40 años.

Hay impuestos que se pagan, sí, pero el impuesto a la renta y el canon minero (2) son inferiores que las devoluciones que reciben las mineras por los beneficios tributarios (3). Esto es en términos de análisis un verdadero escándalo. ¿Cómo es posible que hablan del Perú, como país minero y que no aportan absolutamente nada al erario nacional? Todo lo contrario, lo están saqueando!!! ¿Cómo es posible, que esta política neoliberal solo ha favorecida al capital transnacional y nada al capital nacional? Y menos a la clase trabajadora minera, o al conjunto de la sociedad, que -también- en teoría debería tener un beneficio tangible.
Y aquí entra la idea tan promocionada que el subsuelo es de todos los peruanos, del Estado y su explotación racional de los minerales deberá quedar en manos privadas y que traerá el anhelado desarrollo del Perú. Otro disfraz, porque no fue otra cosa que una expropiación de tierras privadas de los campesinos a favor de una empresa minera privada. De por sí, el postulado teórico del neoliberalismo que la propiedad privada es “intocable”, es inalienable fue anulado, se impuso un sofisma del “interés nacional”, de una empresa privada sobre otra, de los campesinos, para tener acceso a otra empresa privada y de sus tierras. Y los que se opusieron tenazmente fueron tildados de “perros del hortelano”. O peor, los mataban en su legítimo derecho en la defensa de su tierra privada. (1) Rechazamos el concepto de población afectada, por ser muy permisivo a los daños a la salud pública, producido por la ingesta permanente diario del agua, contaminada por los metales pesados. (2) Para el año 2016, la región de Cajamarca apenas recibió 144 Soles por persona al año. O sea, el equivalente del valor de un pantalón. Que son 12 Soles mensuales, o a lo mucho dos panes al día. (3) En el año 2017 recibieron 3.900 millones de soles, por este concepto, es una cifra astronómica, entre lo que se paga como impuestos (IR y IGV) y lo que les devuelven.
OTRO TEMA
Ojalá que los fiscales incluyan al Goyo y su banda (los “Goyos”), denominada Patria Roba y MAS corrupción en la investigación a Odebrecht!!! Hasta ahora no se pronuncian al respecto. Aunque de acuerdo al último reporte de una revista limeña, la fiscalía está pidiendo 25 años de cárcel, por los 44 millones de soles robados a Cajamarca. Muy poco, por cierto!!!
(*) Economista y escritor de origen alemán, vivió muchos años en Cajamarca.

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