• El “Día
D” debía ser el 5 de octubre de 1975, con un ataque masivo sobre Chile
por aire, mar y tierra, recuerda el Dr. Clemente Manco Villacorta, en
su libro “Realidad Nacional”.
PLANES DE GUERRA CONTRA CHILE
Uno
de los objetivos principales del general Juan Velasco Alvarado fue la
recuperación de territorios peruanos que fueron arrebatados por Chile
en la Guerra del Pacifico. Se estima que su gobierno gastó dos mil
millones de dólares estadounidenses en la compra de armamento a la
Unión Soviética.
Según algunas fuentes, el gobierno de
turno adquirió entre 600 y 1,200 tanques T-55, entre 60 y 90
cazabombarderos Su-22, y cerca de 500,000 fusiles Kalashnikov. Se dice
que el gobierno estuvo viendo la posibilidad de comprar el portaaviones
británico HMS Bulwark (R08) para apoyar la ofensiva.
El
“Día D” debía ser el 5 de octubre de 1975, con un ataque masivo por
aire, mar y tierra, pero los preparativos militares no pasaron
desapercibidos en Chile, que a su vez empezó a prepararse para la
guerra.
El dictador Augusto Pinochet tuvo un
encuentro con el secretario de Estado estadounidense Henry Kissinger,
en el que tocaron este tema.
Posteriormente Pinochet
declaró en 1999 que si Perú atacaba Chile en 1975, el país habría
sufrido una quiebra financiera y “el Ejército peruano habría penetrado
hasta Copiapó”.
EL DÍA QUE NO ESTALLÓ LA GUERRA CON CHILE
Durante
1974 y 1975, la tensión prebélica subía y bajaba en Chile. Desde que el
general Juan Velasco Alvarado iniciara en el Perú el mayor rearme de
su historia, el gobierno del general Pinochet se preparaba para
enfrentar un posible ataque peruano. Y aunque pocas declaraciones
bélicas se habían cruzado, en Chile persistía la certeza de que, si
pudiera, Velasco intentaría recuperar la zona de Arica, perdida luego de
la Guerra del Pacífico.
A fines de julio de 1975,
Velasco se apersonó al Pentagonito -sede del Comando de las Fuerzas
Armadas-, revisó los planes, analizó los mapas desplegados y entregó
sus últimas instrucciones. Luego partió a Arequipa con el fin de
arengar personalmente a las tropas: “Soldados -señaló emocionado-, en
ustedes recaerá, para la historia, el honor de escribir la página más
brillante del Ejército Peruano, cuando sus botas pisen nuestro suelo
santo de Arica, recién entonces podremos decir: ¡Coronel Bolognesi,
puede usted descansar en paz!”.
Hoy -38 años
después-aún circulan innumerables versiones de porqué el presidente
nunca dio la orden de iniciar el ataque. Una de ellas –de origen
peruano-relata que, cuando Perú se aprontaba a lanzar su ataque sobre
Chile, los satélites estadounidenses registraron los movimientos de la
tropa y la Casa Blanca fue quien detuvo a Velasco Alvarado. Para
Estados Unidos, los vínculos peruanos con la URSS eran un fuerte
argumento para impedir la agresión, además de que a Washington jamás le
ha interesado un conflicto militar en Sudamérica, por las consecuencias
que podría acarrear en esta área de su influencia.
Otra
versión -recogida por la Marina chilena– apunta a que fue la fuerza
naval peruana el gran freno para una incursión bélica. Siendo la Marina
la rama más derechista de las Fuerzas Armadas peruanas, con difíciles
relaciones con Velasco durante todo el gobierno, los altos mandos
habrían declarado no estar listos en 1975, ya que su rearme había sido
el más lento de todos y su poder de fuego se consolidaría sólo unos
años después.
Sin embargo, más allá de las conjeturas,
lo que puso punto final al peligro de guerra fue el derrocamiento del
general Velasco, en la madrugada del 29 de agosto de 1975.
Paradójicamente, el hombre que lo sacaría de Palacio de Gobierno sería
el mismo a quien el propio Velasco había señalado como su sucesor, el
Comandante en Jefe del Ejército, general Francisco Morales Bermúdez,
uno de los conspiradores del golpe de Estado de 1968.
CHILE TEMIA LA INVASION
La
revista chilena “Qué Pasa” publicó hace un tiempo una larga serie
sobre los preparativos que hizo Chile para defenderse de un ataque
peruano en 1975. La versión mapocha sobre este tema es interesante, pues
revela el clima de tensión que vivió el vecino del sur ante la
inminencia de una ofensiva militar -básicamente con tanques rusos T-55-
del Ejército peruano comandado por el entonces presidente Juan Velasco
Alvarado. Aquí unos párrafos de su informe:
“Arica,
con una población de 90 mil personas, está en pie de guerra. El Ejército
chileno se ha plegado -listo para el enfrentamiento- en la más grave
crisis militar de las últimas décadas. Al otro lado del límite las
tropas peruanas se levantan en una gigantesca movilización sobre la
frontera con Chile. Desde Lima, el gobierno de Juan Velasco Alvarado,
vuelve a alistar su poderosa maquinaria militar.
No es
la primera noche y tampoco será la última en que los soldados ocupen
trincheras y arenales, y en la que se teme que, finalmente, Chile y
Perú se enfrenten en una sangrienta guerra. Durante meses de larga
tensión, una y otra vez se repetirán los hechos. Una y otra vez Arica se
aprontará a defenderse en esa larga espera que, desde hace más de un
año y medio, vive el norte chileno.
Todas las Fuerzas Armadas
chilenas se han volcado al norte, aunque en Santiago nada de la tensión
que se vive se filtrará a la prensa”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
PUBLICAR DESDE FACEBOOK
Sube un poco la página, para publicar con tu cuenta de FACEBOOK.
PUBLICAR DESDE GOOGLE
Si quieres que aparezca tu nombre:
Da click al lado de "Comentar como:" y selecciona Nombre/URL a continuación coloca tu nombre; el campo de URL lo puedes obviar, da click en continuar.
Luego escribe tu comentario.