La mentira es el estilo de hacer política de García

•       Descalificar a sus rivales es una de sus estrategias de ataque, dice Juan Pari.

La mentira se ha convertido en un estilo de hacer política del expresidente Alan García, quien ha optado por esa arma para eludir responsabilidades en sus dos gestiones de gobierno, sostuvo Juan Pari, expresidente de la Comisión Lava Jato del Congreso anterior.

Hizo el comentario al ser consultado sobre los argumentos mendaces e insultos usados por el jefe aprista para atacar a la prensa que no le es sumisa, que fueron desmentidos en forma rotunda por el semanario Hildebrandt en sus trece.

Dijo que García nos tiene acostumbrados a mentir y arremeter contra sus adversarios y “trata de mirar o buscar a otros actores políticos, sin mirarse él mismo. Eso genera mucha desconfianza e incredulidad” en la población, sostuvo.

Cuando surgen versiones de presuntas irregularidades durante su gestión o alguna denuncia que puede comprometer a su gobierno, García tiene como estrategia descalificar a la fuente, como “el mejor medio de protección” y generalmente faltando a la verdad.

“Todo el resto es malo y descalificado, pueden ser ratas (ladrones), pero no asume su responsabilidad ni siquiera hay un criterio o elemento de autocrítica como debe tener un estadista serio. García no puede reclamar inocencia absoluta, eso se determina en responsabilidades”, señaló.

Pari mencionó como ejemplo que Alan García se ufanaba de las obras desarrolladas en su gestión y participó en inauguraciones “rimbombantes”, como en la planta de tratamiento de agua potable de Huachipa, obra construida por la cuestionada empresa Camargo Correa y actualmente inoperativa, pero a la hora de asumir la responsabilidad miente y culpa a otros.   

García consideró a la planta de Huachipa como la obra más grande de Sudamérica y que sería uno de sus principales legados en Lima, como ha pretendido con el Cristo del Pacífico, sin embargo la planta dejó de operar por una serie de fallas en su diseño, lo que generó considerables pérdidas económicas y perjudicó el abastecimiento de agua potable a muchos pobladores. “Simplemente esa obra no está siendo útil para el país”, dijo Pari.

En el Alto Piura también hubo “mucha bulla política” por el proyecto de irrigación e hidroenergético, pero –anotó Pari- “su avance ha sido casi nulo. Se ha pagado más que el avance que ha tenido la obra”. En Lambayeque ocurrió lo mismo con el proyecto de irrigación Olmos, a cargo de la constructora Odebrecht, y con el entusiasmo de Alan García por la firma del contrato, pero ahora, a través de Twitter, el ex mandatario aprista, radicado en España, sostiene que su gobierno nunca promovió el proyecto.

También mencionó el caso de la Carretera Interoceánica. “Si bien hay mucha responsabilidad en el expresidente Alejandro Toledo (2001-2006), pero el presupuesto aumentó cuatro veces más (unos US$ 4,300 millones) en el gobierno de Alan García” (2006-2011), quien ahora trata de endilgar las irregularidades a otra gestión.

Tenemos además, continuó, el Metro, tramo 1 y 2, con muchas irregularidades. “En este caso hay varios funcionarios presos pero no se asume responsabilidad política ni preocupación como hombre de Estado de decir que eso ocurrió en su gestión”.

ALGO MÁS

“Lo extraño es el cambio de escenario y eso es bien curioso. Se desvía la atención de las famosas iniciales AG en el tema Olmos, como reveló el semanario Hildebrandt en sus trece, y surge el tema Madre Mía. No hay que perder los escenarios, pues hay temas que quedan inconclusos y finalmente terminan diluyéndose. Es un tema muy curioso y sospechoso”, dijo Pari.