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Keiko
Fujimori no felicitó a PPK, solo le deseó suerte con sorna, en tono amenazante.
Advirtió que será una “oposición firme”, que tendrá su propia agenda
legislativa. |
Keiko
Fujimori tuvo un pronunciamiento agresivo y por momentos amenazante al
reconocer a regañadientes -el 10 de junio- su derrota en la segunda vuelta electoral
luego de varios días de resistirse a hacerlo. No hubo un mea culpa, tampoco una
mención a Joaquín Ramírez, pero sí la advertencia de que serán oposición firme
y que tienen una agenda legislativa propia de acuerdo a su plan de gobierno.
Flanqueada
por sus 73 congresistas y los actuales y junto a sus candidatos a la
vicepresidencia José Chlimper (escondido tras el audio bamba usado para limpiar
a Ramírez), Vladimiro Huaroc (quien fue separado por el JNE) y su esposo Mark
Villanella, Keiko no fue capaz de felicitar al presidente electo Pedro Pablo
Kuczynski, pero sí ensayó más de un cuestionamiento.
“En
la segunda vuelta se sumaron a nuestro opositor el poder político de este
gobierno que se va, el poder económico y el poder mediático. El país ha sido
testigo de una campaña que promovió el enfrentamiento entre peruanos, que buscó
y logró despertar odios y fanatismos, sentimientos que resienten la
democracia”, señaló con el rostro desencajado y respirando por la herida.
AMARGURA Y RENCOR
En
su pronunciamiento, que tuvo un tono de amargura y rencor, pretendió quitarle
limpieza y legitimidad al proceso al señalar que aún están pendientes de
resolver varias actas observadas e impugnadas y que los resultados de la ONPE
son “confusos”, pero aceptó los resultados de la elección presidencial que dan
como el primer lugar a Pedro Pablo Kuczynski.
“Al
conocerse los resultados de esta segunda vuelta y aun existiendo varias actas
pendientes de resolver ante el JNE, aceptamos democráticamente estos resultados
de la ONPE, porque somos una organización política seria y por respeto al
pueblo”, manifestó.
Pese
a que ya terminó la contienda y demostrando que aún no asimila la derrota, dijo
que la campaña fue dominada “por los promotores del odio” y su partido recibió
el encargo de la población de ser oposición, papel que cumplirá “con firmeza”,
lo que, por el contexto del mensaje, sonó a indudable amenaza.
QUIERE IMPONER AGENDA
“Seremos
una oposición firme y responsable, que pensará en el futuro del país, teniendo
como línea matriz representar el sentir de los más de 8.5 millones de peruanos
que votaron por el plan Perú. Tengan la plena seguridad de que no les
fallaremos”, aseveró.
Demostrando
que la posición de la bancada fujimorista será imponer su agenda apoyada en su
número de escaños (73), dijo que llevarán al Parlamento un paquete de proyectos
legislativos que responden a los lineamientos del programa de gobierno de
Fuerza Popular, como si hubiera ganado.
En
un claro mensaje al presidente electo Pedro Pablo Kuczynski, aseguró que su
partido defenderá los intereses del país frente a lo que denominó el “poder de
los lobbies y de las grandes empresas”, asegurando que se quedará en el país,
junto al equipo de Fuerza Popular que ganó los comicios en primera vuelta, pues
“nuestra organización va más allá de una elección”.
ALARDE
Precisó
que en los próximos cinco años se sentirá aún más la presencia política de su
partido y se ufanó de la mayoría parlamentaria alcanzada. “Hoy contamos con 73
representantes elegidos en el Parlamento, un resultado histórico del cual nos
sentimos muy orgullosos”, afirmó.
Keiko
esperó al final de su pronunciamiento para lanzar otro mensaje, esta vez son
sorna, a PPK y a los partidos y movimientos que lo apoyaron para impedir que el
fujimorismo vuelva al poder.
“Les
deseamos mucha suerte a Pedro Pablo Kuczynski y a sus aliados de campaña, que,
como corresponde, sabrán mantenerse como aliados de gobierno durante los
próximos cinco años”, añadió, pese a que el bloque electoral que la derrotó no
constituye una alianza de gobierno.
ESTÁ DOLIDA
El
sociólogo Nelson Manrique consideró que las palabras de Keiko demuestran que
aún no le pasa el dolor por haber sido derrotada en las elecciones cuando tenía
todo para ganarlo. “Hay que darle la oportunidad para que pueda razonar más
fríamente su línea de acción en los próximos años. El golpe recibido está aún
muy fresco”, anotó.
Refirió
que la hija del reo Fujimori tiene una serie de problemas no resueltos, como el
caso de Joaquín Ramírez, el investigado por la agencia antinarcóticos de
Estados Unidos (DEA) que está desaparecido e incluso ha pedido licencia en el
Congreso y tiene una investigación en curso de la Fiscalía de Lavado de
Activos. “No ha dicho nada sobre ese caso, que fue uno de los motivos de su
caída”, comentó.
Manrique
advirtió que de lo manifestado por Keiko no sabemos a ciencia cierta si los 73
congresistas van a continuar con la política de encubrimiento, pues no ha sido
capaz de hacer un mea culpa.
CONTRA EL FRENTE AMPLIO
Dijo
que cuando se refiere a “los aliados” de PPK es obvio que lo dice por el Frente
Amplio, aunque esa posición antagónica con el grupo que lidera Verónika Mendoza
es entendible pues desde un principio ha habido una marcada confrontación, no
solo por el modelo económico de derecha que representa el fujimorismo, sino
también por el hecho de estar comprometido en la corrupción y violación de
derechos humanos, aspectos que son combatidos frontalmente por el Frente
Amplio.
“No
me extraña esa posición respecto al Frente Amplio, que en la segunda vuelta se
pronunció por un voto crítico a favor de PPK para evitar el retorno del
fujimorismo al poder”, comentó.
Sobre
la referencia de Keiko a los lobbies, el analista y parlamentario andino,
Alberto Adrianzén, dijo que fue una referencia a los vínculos que PPK ha tenido
con las transnacionales, pero no hay ninguna diferencia del fujimorismo
respecto al modelo económico que comparte con Kuczynski y que recogen los
planes de gobierno de ambos.
NEGOCIACIONES
Para
Adrianzén, la agresividad de Keiko es una forma de ejercer presión para
negociar con el nuevo gobierno y al parecer está jugando en pared con Carlos
Bruce, quien salió a atacar gratuitamente al Frente Amplio. “Dice que va a
pasar a la oposición, pero su agresividad más bien es un tipo de presión para
negociar”, comentó.
Advirtió
que coincidentemente, el congresista Carlos Bruce del partido de PPK, tuvo
declaraciones desafortunadas contra el Frente Amplio, como queriendo hacer un
deslinde que le permita mejores condiciones para entrar al diálogo con el
fujimorismo.
“Es
muy extraño que Bruce de manera gratuita se refiera de mala forma sobre los congresistas
del Frente Amplio (Bruce dijo que es mejor que los 73 parlamentarios sean
fujimoristas que del Frente Amplio) y más parece que está buscando acercarse al
fujimorismo para negociar. No me extrañaría”, manifestó.
ADEMÁS
En
tono conciliador, el congresista electo Juan Sheput, dijo que “no esperaba
menos de Keiko Fujimori, una mujer de Estado que ha tenido un excelente
desempeño electoral” y sobre lo dicho por Keiko en el sentido que serán
vigilantes y no permitirán los lobbies, comentó que “nosotros también vamos a
defender al Perú de los lobbies”.
(Tomado del “Diario Uno” - 11
junio 2016)