Pobladores tildan de “Inepto y corrupto” a burgomaestre de Celendín

 

Los ronderos están obligando al alcalde Ermitaño Marín Rojas, a concurrir a asambleas públicas a fin de que dé explicaciones sobre el caos que reina en la ciudad y para que rinda cuentas de su gestión.

 

Pobladores tildan de inepto y corrupto a burgomaestre de Celendín, José Ermitaño Marín Rojas, debido a que no rinde cuentas de su gestión. También porque no explica sobre cuestionadas obras que han quedado inconclusas durante su gobierno.

La población ha denunciado el abandono de seis proyectos de agua y saneamiento en beneficio de los barrios de Pumarume, Bello Horizonte, San Isidro, Rosario, Guayao, El Milagro, El Carmen y El Porvenir. La construcción de la obra indicada está a cargo del Consorcio Río Grande, sin embargo hasta la fecha no ha sido concluida, a pesar de que el presupuesto que se le asignó ya ha sido gastado en su totalidad”, denunciaron los pobladores muy indignados.

La obra en mención fue adjudicada a la gestión del burgomaestre José Ermitaño Marín y está valorizada en 5 millones 496 mil 946 soles. Debió ser ejecutada en 240 días y fue iniciada el 6 de Julio de 2018.

En consecuencia, actualmente los pobladores de los barrios señalados viven un verdadero vía crucis para transitar por las calles: buzones y tuberías a la intemperie, charcos de agua y barro por doquier, producto de la irresponsabilidad de la empresa constructora y de las autoridades de la municipalidad de Celendín.

“El alcalde Marín Rojas no rinde cuentas de su gestión. Nuestro pueblo quiere saber cuánto recibió del Estado y cuánto ha invertido en obras. Parece que está pagando a varias empresas irresponsables que no cumplen con su trabajo y dejan las obras inconclusas”, manifestaron pobladores del barrio Santa Rosa quienes denunciaron que las acequias de drenaje de la ciudad están completamente colmatadas, al extremo que los propios ciudadanos están limpiándolas -sin apoyo municipal- para evitar aniegos y enfermedades.

Mientras tanto el alcalde brilla por su ausencia. Raras son las veces que se le encuentra en su despacho, porque constantemente viaja no se sabe adónde ni para qué. Por tal motivo los ronderos le están obligando a concurrir a asambleas públicas a fin de que dé explicaciones sobre el caos que reina en la ciudad y para que rinda cuentas de su gestión.