Cementerio Pacasmayo

Escribe: Luis Eloy Plasencia Torres.

Otro trabajador muerto en las canteras de Tembladera de donde la empresa Cementos Pacasmayo extrae la piedra caliza, desde hace más de 50 años.

Se trata del obrero Luis Ramiro Rayco Astolingon quien murió trágicamente -el 15 de octubre del 2018- cuando la unidad que conducía cayó aparatosamente a un abismo de 30 metros.

El vehículo pertenecería a la empresa San Martin, subcontratista a cargo de las operaciones  extractivas de caliza, el mismo que habría sido vendido, junto a otras máquinas usadas, por Cementos Pacasmayo SAA, según manifestaron ex trabajadores de la empresa cementera.

“Ese vehículo es viejo, tiene un uso de 25 años, aproximadamente, y fue acondicionado para ser utilizado como cisterna. La empresa San Martín lo compró de Cementos Pacasmayo, junto a otras máquinas usadas,  para utilizarlas en las tareas de explotación de la piedra caliza. Ambas empresas buscan ahorrar y aumentar sus ganancias sin importarles los derechos de los trabajadores, menos la protección del medio ambiente”, manifestó un ex trabajador despedido y lamentó la muerte del obrero Luis Ramiro Rayco Astolingon por la irresponsabilidad y ambición de las empresas indicadas.

De otro lado hay trabajadores de la empresa San Martín que han manifestado que el operario fallecido estaba trabajando doble turno, porque no había un conductor que lo reemplace. De ser ciertas esas afirmaciones, la empresa subcontratista habría cometido una grave falta que produjo tan lamentable accidente.

Tenemos entendido que las autoridades competentes han determinado que la causa del luctuoso hecho ha sido una falla mecánica. De ser así, deben investigar quién es el propietario del vehículo (cisterna) que condujo y en el que falleció  Luis Ramiro Rayco Astolingon. Deben averiguar, además,  si es verdad que la mencionada unidad de transporte fue acondicionada para ser utilizada como cisterna ¿De quién fue comprada y en qué condiciones de mantenimiento y uso se encuentra el referido vehículo?

CONTAMINACIÓN Y MUERTE

Este fatal accidentado que ha enlutado  a una humilde familia, ha desatado protestas de los pobladores de la localidad de Tembladera quienes culpan en forma directa a la empresa Cementos Pacasmayo no solamente de esta desgracia sino de otras similares que vienen ocurriendo desde hace muchos años atrás, entre ellas la muerte de trabajadores -carentes de instrumentos de protección- a causa de enfermedades pulmonares originadas por el polvo  que levanta la trituración de la piedra caliza.

Protestan por el daño que la empresa cementera ocasionó a 70 obreros asegurados  a quienes echó a la calle en forma abusiva -hace más de dos años-  para eludir el pago de derechos laborales que los trabajadores habían obtenido mediante muchos años de lucha y sufrimiento. Para ello utilizó el pretexto de la sobreproducción de piedra caliza y contrató, luego, gente foránea a través de la empresa subcontratista San Martín.

Además, es innegable que Cementos Pacasmayo y la San Martín, por ahorrar costos,  no controlan la generación de polvo en sus actividades extractivas, lo cual produce enfermedades bronquiales y pone en riesgo la vida de la población. De no ser así, entonces, ¿por qué no cumplen con entregar el Programa de Adecuación y Manejo Ambiental (PAMA) conforme lo establece la Ley General del Ambiente?

Las autoridades deben poner coto a los abusos que viene cometiendo Cementos Pacasmayo en perjuicio de sus trabajadores y de los pobladores del distrito de Yonán-Tembladera.

Nosotros que somos tembladerinos, testigos de las tropelías de la aludida empresa, creemos ésta  debería llamarse Cementerio Pacasmayo en vez de Cementos Pacasmayo.