Un Perú mejor

Por: Alejandra Dinegro Martínez

Se acabó el 2015 en medio de sorpresas amenas, decepciones y más sorpresas. El 2016 iniciará marcado por las elecciones generales que nos dará un nuevo Presidente en abril. En medio de ello, esta tierra merece ser un Perú mejor y es a los a candidatos presidenciales y congresales, a quienes va dirigida esta columna.

Los pobres, merecen un Perú mejor, con justicia, sin pobreza, sin exclusión, con oportunidades, con trabajo, con servicios de calidad y a su alcance, con una educación que les sirva como herramienta para superar las vallas de exclusión, con un Estado que respete los derechos de los más alejados al centralismo limeño, con penas y sanciones a la altura del alto grado de violencia y delincuencia que vivimos día a día. La lista es larga, pero este es el pedido y el deseo de muchos, para este 2016. Merecen correr todos al mismo nivel, sin dejar a nadie atrás.

Las mujeres queremos y exigimos respeto. Respeto a decidir sobre nuestras vidas, nuestros proyectos personales y nuestros cuerpos. Esperamos un Perú con menos violencia de género, con menos feminicidio, con sanciones drásticas contra los crímenes de odio cometidos mayormente contra la comunidad LGTB. Queremos menos muertes clandestinas por los abortos ilegales; queremos derechos y justicia.

Los trabajadores merecen también un Perú mejor, con un salario mínimo vital de acuerdo a los gastos de una canasta básica familiar.

Merecen que la clase trabajadora no llore a mis hijos o familiares asesinados por las mafias, merecen ser escuchados por sus propuestas y demandas para sacar el país adelante, merecen una Ley General del Trabajo y el fortalecimiento de sus sindicatos y así mismo, representantes que disputen espacios de poder.

Los estudiantes merecemos calidad educativa sin lucrar con el dinero de los estudiantes, merecemos ambientes de acuerdo al avance tecnológico y con una plana docente de nivel.

Merecemos autoridades que no se aferren a los cargos para fines delincuenciales, meceremos que se nos respete el medio pasaje, merecemos entidades públicas con servicios básicos para poder estudiar, practicar deporte, expresar el arte y fortalecer generaciones de cambio y compromiso con nuestro país.

Los ancianos esperan una jubilación digna, para poder vivir sus últimos días con gratitud. Esperan también ser escuchados y no ser dejados de lado en la pirámide poblacional. Esperan un Sistema Integral de Salud que los cure y no los mate esperando las citas médicas, que nunca se dan a tiempo. Ellos esperan irse pero viendo por última vez, a un país como el mejor hogar para su descendencia.

Hombres y mujeres merecemos un Perú mejor, con autoridades que estén a la altura de las demandas nacionales. Merecemos mucho, lo sabemos, pero pongamos de nuestra parte para que este 2016 sea así. Elijamos bien peruanos.